En algunas ocasiones, después de una abundante ingesta de comida, suelen aparecer molestias abdominales, ardor en el estómago o malestar, esto es debido a una digestión pesada o dispepsia, que se suele definir como un trastorno del proceso digestivo. Esto es debido a una ingesta de comidas copiosas, aunque hay que recalcar que hay personas más sensibles que otras a ciertas sustancias.
Para que esto no suceda debemos de tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Debemos de comer despacio, sin prisa y masticando correctamente todos los alimentos.
- Es recomendable mantener un horario para realizar las comidas, y que dicho horario no varié mucho entre un día y otro, de esta manera nuestro organismo se acostumbrará a él.
- Existen alimentos que ayudan en el proceso digestivo. Un buen ejemplo de ello es la piña. Ya que contiene bromelina y esto hace que facilite la digestión de las proteínas de los alimentos que acabamos de ingerir. Otros alimentos a tener en cuenta son la papaya, el calabacín o la calabaza.
- Debemos también de evitar los excesos de grasas, mariscos, chocolate o aquellos que puedan producir intolerancia digestiva, como es la leche.
- No se recomienda abusar de las bebidas carbónicas (bebidas con gas) y bebidas alcohólicas.
- Los fritos son alimentos que contienen acroleína, que es una sustancia irritante que se forma al sobre-calentar el aceite, por ello no se recomienda comer excesos de fritos, al igual que especias fuertes, comida basura o salsas como el tabasco.
- Para regular nuestra digestión, podemos tomar cereales integrales en copos, malta bebida o germinados.