Se define depresión como trastorno emocional que se caracteriza por una sensación de tristeza, decaimiento anímico, baja autoestima y/o pérdida de interés general. Normalmente, cuando alguien entra en estado de depresión suele tener un motivo para ello, como algún tipo de tragedia, situación estresante, e incluso, en algunas ocasiones, no existe una causa real explicable, ya que pueden influir otros aspectos como factores bioquímicos, factores hereditarios o tipo de personalidad.
Para no entrar en depresión, un aspecto que se tiene que tener muy en cuenta es el tipo y la cantidad de alimentos que ingerimos, ya que para que el cerebro funcione correctamente y realice sus funciones debemos de estar bien alimentados. El cerebro tiene que estar en un estado óptimo, para que exista un equilibrio y sus neuronas estén saludables y protegidas.
Recomendaciones de alimentos.
- Ingerir alimentos ricos en ácidos grasos omega 3 que lo suelen llevar los aceites de pescados, el germen de trigo y las nueces.
- Las personas que sufren de depresión suelen tener los niveles de homocisteína altos en sangre, para ello es importante disponer de suficiente ácido fólico, para así regular los niveles de homocisteína. Para ello, recomendamos comer legumbres, germen de trigo, espinacas, escarola, lechuga, espárrago y remolacha.
- Tomar alimentos con vitaminas del grupo B, B1 (semillas de girasol, germen de trigo o frutos secos), B6 (germen de trigo, ajo, plátano o garbanzos), B12 (hígado, ostras, arenques o sardinas).
- Reducir o evitar el tabaco y el alcohol.
- Hacer ejercicio, practicar las relaciones interpersonales y evitar en todo lo que se pueda el sedentarismo. También es recomendable no estar sólo, sino siempre estar acompañado, ya que si se está mucho tiempo sólo se aumenta la depresión.
- Aumentar la ingesta de alimento que componen la dieta mediterránea, como son las frutas, verduras, cereales integrales, pescado, aceite de oliva y frutos secos.