Se considera etapa adulta desde los 20 a los 35 años.
Esta etapa se caracteriza por haber dejado atrás la adolescencia, y haber entrado en una nueva etapa de la vida, en la que nos damos cuenta de que todo lo que pensábamos, hasta hace unos años, ha cambiado.
La mente, al igual que nuestro cuerpo, madura, hasta tal punto, que nos preocupamos por ciertas cosas por las que, hasta el momento, nunca nos habíamos preocupado.
Uno de estos ejemplos es el ejercicio. Muchas personas que no suelen practicar ejercicio, es llegar a estas edades y empezar a replantarse su propia salud, su bienestar psicológico y su estado físico.
Junto a esto, también es cierto, que al entrar en los 20, muchas personas ya han terminado o están próximos a terminar determinados estudios y adentrarse en el mundo laboral. Una vez se está dentro de este mundo, empiezan a aparecer determinados síntomas, los cuales no solemos estar acostumbrados, como, por ejemplo, viajes, aglomeración de trabajo, contacto con otras personas, charlas… todo esto puede llegar a generar estrés, de manera que un remedio excelente para combatirlo es realizando ejercicio.
El ejercicio tiene muchos beneficios, algunos de ellos son:
- Liberar estrés.
- Aprender a relajarse.
- Mejorar la condición física.
- Correcta respiración.
- Hábitos saludables respecto a posturas corporales, evitando en un futuro lesiones.
- Favorece la autoestima.
- Disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
- Reduce triglicéridos y aumenta el colesterol bueno (HDL).
- Disminuye la hipertensión arterial.
- Ayuda a utilizar mejor la grasa corporal, controlando el peso.
- Aumenta la resistencia muscular.
- Ayuda a conciliar mejor el sueño.
- Aumenta el optimismo y el entusiasmo.
Desde Verfarma animamos a todos a realizar ejercicio y comer de forma saludable, ya que el tiempo no perdona a nadie, y cuanto antes empecemos a cuidarnos, mejor calidad de vida tendremos en el futuro.
Por otro lado, y para “más inri”, no realizar ejercicio puede conllevar ciertos resultados no beneficiosos para nuestra persona:
- Disminución de músculo: a partir de los 30 años el cuerpo humano comienza a disminuir progresivamente el grosos como las fibras musculares, haciendo que perdamos fuerza y músculo.
La pérdida de las fibras musculares se debe a que éstas pierden el estímulo que reciben del nervio, de manera que se atrofian, haciendo que disminuya el grosor del músculo.
- Pérdida de masa muscular: al no realizar ejercicio se pierde masa muscular, haciendo que el músculo tenga menos fuerza. Este cambio se puede observar entre los 25 y los 50 años.
- Aumento de grasa corporal: entre los 17 y 23 años empieza a aumentar la cantidad de masa corporal en aquellas personas que no realizan ningún tipo de actividad física de forma regular.
Por ello, practicar deporte ayuda a mantener el peso normal y es un completo imprescindible en cualquier dieta de adelgazamiento.
Otro aspecto a tener en cuenta, en caso de querer ponerse manos a la obra, y empezar a practicar ejercicio, es que existen muchísimos tipos de deportes distintos, y muchos de ellos sirven para mantener el tono muscular, como por ejemplo:
- Ejercicios en el agua: aquaeróbic o natación.
- Ejercicios en la naturaleza: marchas por senderos y parajes naturales o salidas en bicicleta.
- Otros tipos de ejercicio: bailar, gimnasia de mantenimiento, footing, taichí, pádel, tenis, escalada, running, patinaje entre otros…
Así que la única conclusión que podemos sacar es que, tengas la edad que tengas, haz ejercicio, ya que no sólo te va a beneficiar físicamente, sino psicológicamente también, eso sin contar que tu propio cuerpo te lo agradecerá y más con el paso de los años.
