La caléndula es conocida desde hace mucho tiempo por sus diversos beneficios para el jardín, la cocina y la medicina. Los pétalos de colores brillantes de la caléndula son una atractiva adición al jardín, y sus propiedades medicinales la convierten en una de las favoritas en el botiquín de primeros auxilios.
¿Qué es la caléndula?
La caléndula (Calendula officinalis), también conocida como "caléndula", es una planta de la familia de las asteráceas. Es originaria de la región mediterránea de Europa, aunque actualmente se encuentra en todo el mundo. Las plantas de caléndula se distinguen por sus pétalos brillantes, generalmente amarillos o anaranjados, y crecen entre 1 y 2 pies de altura. Sus pétalos estrechos se describen como en forma de sol. Aparte de sus usos culinarios, la caléndula es más conocida por sus usos medicinales.
La flor se utiliza ampliamente como planta medicinal cuyas propiedades antibacterianas, antifúngicas y antiinflamatorias la convierten en un potente ingrediente para la curación. Además de utilizar los pétalos enteros, las flores de caléndula se pueden moler en polvo o convertir en aceites, cremas y ungüentos. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha aprobado el uso de la caléndula como especia y como ingrediente de cosméticos, jabones y champús, cremas corporales y para el tratamiento de heridas, tanto de forma interna como tópica.
Cómo usar la caléndula
1. Té
Una de las formas más comunes de obtener muchos de los beneficios que ofrece la caléndula es prepararla en forma de té. Para ello se necesita caléndula en polvo o seca, que luego se cuece en agua hirviendo durante 10-20 minutos. Esta infusión puede utilizarse para beber o como enjuague bucal para tratar el dolor de garganta o las llagas en la boca. Si se prepara muy fuerte, la infusión de caléndula también puede utilizarse como compresa caliente para curar las infecciones oculares.
2. Aceite de caléndula
El aceite de caléndula es un método común de uso medicinal tópico. Se prepara mediante la infusión de flores de caléndula en aceite calentado durante varias semanas, removiendo diariamente. Algunos de los aceites que puedes tener en cuenta son el aceite portador, el aceite de oliva o el aceite de jojoba. Los compuestos antiinflamatorios y antisépticos del aceite son fantásticos para curar heridas y diversas afecciones de la piel que ya se han mencionado. Además, el aceite resultante puede utilizarse en fórmulas para suavizar productos como los protectores solares para obtener los beneficios protectores y curativos naturales de la planta.
3. Crema/ungüento
Una vez que tengas un aceite infundido, puede interesarte hacer una crema o ungüento de caléndula para una fácil aplicación tópica. Esto puede crearse combinando el aceite con ingredientes adicionales como la cera de abejas, aceites esenciales adicionales.
4. Extracto de caléndula
El extracto de flor de caléndula también puede utilizarse como ingrediente calmante en las fórmulas de muchos productos de uso habitual, como desodorantes y lociones corporales. Estos productos ayudan a incorporar las propiedades curativas de la caléndula a su régimen diario.