¿Quién no recuerda a nuestras madres y abuelas cuando nos decían “tómate el zumo que se le van las vitaminas”? También siempre hay quien prefiere tomar la pieza de fruta entera en lugar de un zumo (o al revés). Pero, ¿cuál de las dos opciones conserva mejor las vitaminas y nutrientes de la fruta: el zumo o la pieza de fruta en sí?
A pesar de que en el zumo natural de fruta fresca se encuentran multitud de las vitaminas, minerales y nutrientes activos (fitonutrientes), suele perder parte de la fibra saludable (no toda, como se suele creer) que se encuentran únicamente en la pieza de fruta entera. Los expertos señalan, por ejemplo, que un vaso pequeño (150 mililitros) de zumo de naranja contiene alrededor de 0’30 gramos de fibra.
En cuanto al zumo recién exprimido (el que tomamos en casa o en una cafetería) y el zumo envasado indican que no hay mucha diferencia y que, si se toma con moderación, éste segundo también es saludable, ya que también contiene los nutrientes esenciales para el organismo presentes en la fruta. Cabe señalar que hay leyes que indican que estos jugos deben conservar los nutrientes de la fruta, prohibiendo la adición de azúcar en ellos.
Dichos zumos son fuentes de vitamina C, B9 (ácido fólico) y provitamina A (betacaroteno), además de potasio y magnesio. Todos ellos ejercen una gran acción antioxidante, además de ser importantes para el mantenimiento de los huesos y para asegurar un correcto funcionamiento del cerebro.
Entonces, ¿entera o en zumo?
Aunque ha habido teorías que apuntaban a que beber zumos era mejor porque permitía al organismo absorber mejor los nutrientes, los expertos precisan a que no hay evidencias científicas fuertes y sólidas que indiquen que una opción es mejor que la otra.
Inciden, además, en que no es peligroso tomar un jugo al día (pudiendo complementar, que no sustituir, la ingesta de frutas y verduras en nuestra alimentación diaria), al contener todos los nutrientes y explican que el azúcar del zumo es el que contiene la propia fruta (un 10% aproximadamente del total). El 90% restante es agua, vitaminas, minerales y fitonutrientes y aportan únicamente un 4% de calorías diarias en una dieta de 2000 kilocalorías.
Asimismo, hay que distinguir entre zumo de frutas y néctar de fruta pues, aunque parezca que son lo mismo, realmente no es así. Los zumos de fruta no pueden contener azúcares añadidos mientras que al néctar sí se le pueden añadir azúcares, miel o edulcorantes. En el envase ha de aparecer especificado claramente en el etiquetado si se trata de zumo de fruta o néctar.
Conservación en el frigo
Nuestras madres y abuelas tenían razón: el zumo recién exprimido se ha de tomar a la mayor brevedad posible para que no pierda las vitaminas y nutrientes, aunque también se puede almacenar en el frigo (en una botella o envase) para su consumo en pocas horas.
Los zumos envasados, en cambio, se pasteurizan y se envasan sin aire para ayudar a proteger los nutrientes y su calidad y también es mejor conservarlo en el frigo, a la temperatura que indique el envase, para que no se pierdan las vitaminas ni se estropee el sabor (sobre todo una vez que ya se ha abierto, que entonces sí hay que guardarlo en la nevera).