La infección de orina (cistitis) es una inflamación vesical de origen bacteriano, causada en el 70-80% de los casos por la bacteria llamada Escherichia Coli, que suele habitar en el tubo intestinal pero que por diferentes causas puede colonizar las vías urinarias.
La mayoría de las veces estas bacterias son eliminadas por la orina; aun así hay veces que estas bacterias superan al sistema inmune y son capaces de adherirse a la pared de la vejiga o uretra y formar una colonia que se multiplica y propaga rápidamente provocando la infección.
Por regla general es mucho más frecuente en las mujeres debido a que la uretra femenina es más corta y está más cerca del ano, por lo tanto las bacterias acceden con más facilidad a las vías urinarias.
Los síntomas más destacados son sensación de ardor al orinar (disuria), necesidad urgente y frecuente de micción (polaquiuria), dolor suprapúbico, hematuria y en algunos casos fiebre y escalofríos.
En la mayoría de los casos son infecciones agudas que remiten con el apropiado tratamiento farmacológico, pero también existen las infecciones recidivantes, que se trata de la infección por la misma cepa de la misma bacteria antes de las dos semanas después del tratamiento y las recurrentes que son aquellas personas que padecen más de dos infecciones en 6 meses.
Actualmente el tratamiento de elección en la cistitis no complicada es en forma de monodosis con fosfomicina, ya que es el antibiótico con menor grado de resistencia y con un mayor cumplimiento terapéutico por parte del paciente.
Para las cistitis complicadas se realizan pautas cortas de 3-4 días, principalmente con penicilinas, cefalosporinas o fluoroquinolonas, que en algunos casos se continuará durante 7 hasta 14 días.
Aparte del tratamiento farmacológico es muy importante cuidar y mantener hábitos saludables como por ejemplo:
- Beber abundante líquido para ayudar a expulsar las bacterias de su sistema
- Al ir al baño y al ducharse limpiarse de adelante hacia atrás
- Orinar antes y después de las relaciones sexuales
- Evitar el uso de ropa muy ajustada para evitar el exceso de calor y facilitar la transpiración
- Usar ropa interior de algodón porque ayuda a mantener el PH de la piel, protege contra la humedad y es hipoalergénica
- No aguantar la micción porque las bacterias pueden crecer cuando la orina permanece demasiado tiempo en la vejiga
- Evitar la higiene excesiva ya que altera la acidez natural de la vagina y facilita la proliferación de bacterias. Muy importante evitar jabones íntimos básicos.
¿CÓMO PUEDO PREVENIR LA CISTITIS?
Recientes investigaciones médicas han constatado las excepcionales propiedades medicinales del Arándano Rojo Americano para prevenir y mejorar la efectividad de los tratamientos farmacológicos en infecciones urinarias.
Esto es debido a las elevadas concentraciones que contiene su fruto en proantocianidinas de tipo A, conocidas bajo las siglas de PACs.
Las PACs tienen la capacidad de unirse a las bacterias impidiendo su adhesión a la pared de la vejiga, bloqueando sus fimbrias y quedando libres en la orina para ser expulsadas, siendo este efecto dosis dependiente, es decir a mayor concentración de PACs mejor efecto antiadherente.
Hoy en día se pueden encontrar numerosos complementos alimenticios y productos sanitarios basados en arándano rojo siendo la mayoría de ellos aptos para embarazadas, niños a partir de 12 años y ancianos.
Como farmacéutica recomiendo siempre aquellos productos con mayor concentración en PACs, que no contengan lactosa, azúcar ni gluten para evitar reacciones adversas, y tomar una cápsula al día en recurrentes y recidivantes durante un mínimo de 30 días, siempre por la noche al acostarse (por la simple razón de que al orinar menos conseguimos mayor retención de PACs en la vejiga y por lo tanto una mayor efectividad del producto) y una cápsula cada 12 horas en infecciones agudas durante 15 días.
Desde mi punto de vista, la ingesta de preparados de Arándano Rojo Americano en infecciones urinarias representa una interesante propuesta como tratamiento coadyuvante al uso de antibióticos, permitiendo una reducción de su uso y disminuyendo las resistencias bacterianas.
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