En los últimos años hay una palabra que se ha puesto muy de moda cuando nos referimos a dietas. Hablamos del término “superalimentos”, que se refiere a aquellos alimentos cuyo potencial valor nutricional los hace muy interesantes desde un punto de vista saludable, haciéndose indispensables en nuestra dieta diaria por su alta concentración de grasas saludables, vitaminas y antioxidantes.
Algunos de ellos, muy consumidos en la actualidad, son la quinoa, la chía o las bayas de Goji, aunque en este artículo trataremos sobre otros tres superalimentos algo menos conocidos (quizá por ser bastante exóticos) pero igual de nutritivos: la alga spirulina, el reishi y el shiitake. A pesar de su alto valor nutricional, no son milagrosos, consumir sólo estos alimentos no nos otorgará una gran vitalidad y salud, por lo que no debemos olvidar seguir una dieta variada y equilibrada, hacer ejercicio y descansar bien.
Alga Spirulina
Este tipo de alga, la Spirulina, fue considerado el mejor alimento del futuro en la Conferencia Mundial de la Alimentación de la ONU del año 1994 gracias a su aportación de nutrientes y aminoácidos esenciales al organismo: vitaminas, minerales (calcio, magnesio, potasio, zinc), ácidos grasos Omega 3, oligoelementos, ácidos nucleicos, clorofila y enzimas. Y lo más importante: contiene una alta concentración de proteína más digerible que las proteínas animales, además de que el organismo asimila todos estos nutrientes con mayor facilidad.
La Spirulina está indicada para tratar la diabetes, obesidad, hipoglucemia, anemia, deficiencias nutricionales, niveles bajos de energía, hipertensión, trastornos hepáticos, úlceras intestinales, hemorroides, estreñimiento, ayuda a la digestión, infecciones, mal aliento, sangrado de encías, artritis y enfermedades degenerativas.
En la actualidad, la alga Spirulina ayuda a solventar problemas de escasez de alimentos y de desnutrición global no sólo por su alta concentración en nutrientes, sino porque puede ser cultivada en climas cálidos y soleados, produciendo veinte veces más proteínas que la soja que se cultiva en estas zonas.
Reishi
El reishi es un hongo cuyo nombre técnico es Ganoderma lucidum muy escaso que se cultiva, mayoritariamente, en Japón y China y muy empleado en la Medicina tradicional oriental para tratar enfermedades como hipertensión, hepatitis, colesterol, reduce los triglicéridos y la glucemia, cirrosis o cáncer gástrico. Su nombre en japonés, reishi, significa hongo espiritual mientras que en China y Corea es conocido como Ling Chi (hongo de la inmortalidad).
Cada vez irrumpe con más fuerza entre la lista de los nuevos superalimentos, ya que posee gran cantidad de beneficios para la salud del ser humano. Contiene gran cantidad de vitaminas, minerales, aminoácidos y otras sustancias como esteroles, triterpenos, adenosinas y polisacáridos (que ayudan a fortalecer el sistema inmunitario).
Concretamente, sus principales virtudes (y sobre las que se centran la mayoría de estudios) son dos. La primera es su alto poder antioxidante que permite que las células se mantengan “jóvenes” y el ADN se vea menos dañado. La segunda es su virtud inmunomoduladora, y es que el consumo de este hongo consigue que el sistema inmunológico reaccione con mayor rapidez, lo que puede ser de gran ayuda para luchar contra una enfermedad y disminuir tiempos de convalecencia.
También se usa mucho en la oncología, puesto que su composición potencia el sistema inmune, combate procesos víricos, actúa como inmunomodulador y antiinflamatorio y sus propiedades antitumorales son beneficiosas contra el cáncer. Pero sus usos no terminan ahí, y es que también es eficaz frente a la tos, la bronquitis y es un gran antihistamínico. Además, también ayuda a combatir las digestiones pesadas, trastornos cardiovasculares, la fatiga y mejora la ansiedad y el insomnio.
Shiitake
Considerado en Oriente como el hongo de la longevidad, el Shiitake es una seta comestible asiática que, al igual que el Reishi, también se usa en la medicina china para fortalecer el sistema inmunitario, además del sistema nervioso y el endocrino.
Los asiáticos consumen este hongo desde hace cientos de años. Quienes lo ingieren enferman menos y sus vidas, por el contrario, son más largas, por lo este alimento se relaciona con la longevidad. Se suele consumir fresco (junto a otras verduras o carnes), secos (en caldos) o en cápsulas.
El Shiitake constituye una gran fuente de proteína en la dieta asiática, especialmente en Japón y China. También es una gran fuente de vitamina D y contiene minerales como magnesio, hierro y zinc, además de enzimas y elementos antioxidantes.
Es un gran aliado para tratar cánceres y tumores gracias a su acción antioxidante y al fortalecimiento del sistema inmunológico, que aumenta las defensas y protege a las células dañadas por los medicamentos para el cáncer. También disminuyen los síntomas de la quimio (náuseas, vómitos y agotamiento físico) tras tomar complementos de Shiitake.
También resulta de gran ayuda en gripes, resfriados, herpes, además son bajos en calorías (cada 100 gramos de Shiitakes frescos sólo aportan 40 calorías) y ayudan a reducir el colesterol, regular los niveles de azúcar en sangre, controlar la hipertensión, favorecer la digestión (gracias a sus múltiples enzimas).
