El resfriado es una enfermedad común que casi todo el mundo sufre más de una vez en su vida con los cambios de temperatura y la llegada del frío y que consiste en una infección de las vías respiratorias. Aunque no podemos evitar del todo contraer el virus causante de esta enfermedad, sí podemos reducir las probabilidades de sufrirlo con unos sencillos pasos.
Para comenzar, es importante reforzar el sistema inmunológico para prevenir los resfriados, algo que se puede conseguir sin medicamentos ni complementos alimenticios. Lo primero que tenemos que hacer es seguir una dieta sana y consumir alimentos ricos en antioxidantes, que ayudan a aumentar nuestras defensas y dificultan la entrada de virus en nuestro organismo.
Entre los más importantes se encuentra el pescado azul que, además, es rico en Omega-3, ayudando a reducir la inflamación pulmonar y protegiéndonos de infecciones respiratorias, como es el resfriado. Otro alimento que podemos tomar es la granada, que aporta también ácido fólico y vitamina C, por lo que es buena para cuidar dolores de garganta e infecciones de oído.
En esta línea, unas buenas lentejas nos pueden ayudar a protegernos, ya que las legumbres son ricas en antioxidantes, actuando como antigripales naturales, ayudando a reducir las toxinas culpables de la infección, fortaleciendo el sistema inmune y acortando la duración de la enfermedad. Asimismo, los cítricos son bien conocidos por poseer grandes cantidades de vitamina C, reforzando nuestras defensas y aliviando los síntomas en el resfriado, si no hemos podido evitar cogerlo. Por último, el ajo, aunque no contiene antioxidantes, sí es rico en alicina, un antiséptico que nos ayuda a combatir los resfriados y, si no lo conseguimos, nos aliviará la congestión nasal.
Dormir bien, ejercicio moderado y otras buenas prácticas
Además de cuidar la alimentación, entre otras recomendaciones para prevenir un resfriado, es importante que perdamos de vista el sedentarismo y realicemos rutinas de ejercicio moderado regularmente. Practicar deporte o salir a andar nos puede ayudar a reforzar el sistema inmunitario, aunque si nos pasamos puede tener el efecto contrario.
De la misma manera, debemos procurar estar relajados y dormir bien, ya que si somos víctimas de un estrés prolongado, tendremos las defensas más bajas, además de un sistema inmunitario débil si no conseguimos descansar bien por la noche. Por ello, es necesario realizar ejercicios que nos ayuden a relajarnos en el caso de que tengamos una vida estresante y, de ese modo, dormir bien entre siete y nueve horas, la cantidad recomendada.
Por último, otras dos recomendaciones para fortalecer el sistema inmunológico son lavarse las manos con jabón regularmente para que los virus no pasen a la boca o la nariz, y evitar el tabaco, además de consumir alcohol con moderación, ya que ambos tóxicos pueden debilitar nuestras defensas.