Todas las personas mudamos el pelo en ciertas épocas del año, sobre todo cuando termina el verano y comienza el otoño. Esto es algo desconocido para la mayoría de personas, pero se conoce como caída de pelo estacional y no es lo mismo que lo que se conoce como alopecia.
Al día podemos perder más de 250 cabellos. Este número, realmente, es algo imperceptible, y es necesario perder algunos más para comenzar a darnos cuenta y a encontrarlos en la almohada o en el peine o cepillo.
Diferencia entre alopecia y caída de cabello estacional
La alopecia androgénica es muy habitual en hombres, pero también es común en mujeres. Este problema provoca que el tamaño de los folículos del cabello vayan disminuyendo, por lo que el cabello se vuelve más fino y débil en su raíz. Mientras tanto, la caída de pelo estacional no afecta a la densidad del cabello, por lo que siempre es del mismo grosor.
Además, la alopecia afecta a zonas concretas, como la zona de la coronilla o las conocidas entradas, mientras que la caída estacional afecta a todo el cuero cabelludo por igual.
En el mundo científico no existe unanimidad sobre si los cambios de estación afectan de forma determinante a la caída del cabello. Aunque sí que es cierto que existen otros factores que pueden producir la caída del pelo, durante el cambio de estación los folículos pilosos entran en una fase de reposo, lo que les provoca la caída. También afecta el calor y el efecto del sol, por eso se da al terminar el verano.
Si no tienes claro si tu caída de cabello se trata de una caída estacional o de alopecia o calvicie común, tendrás que asistir a un especialista para que pueda realizar un diagnóstico y programar un tratamiento. Lo mejor es hacerlo cuanto antes para que el problema no vaya a más.
Los especialistas toman muestras de cabellos y, tras examinarlos con detenimiento podrán determinar que tipo de caída es la que se está produciendo, si una estacional o una crónica.