Una atención correcta y profesional, rapidez, amabilidad, la cantidad de camas en un hospital, la limpieza y la comodidad y calidad de la estancia durante el ingreso son algunas de las cosas que más valoran los pacientes en caso de hospitalización.
Sin embargo, existen otros factores para evaluar la sanidad pública como la financiación, recursos y funcionamiento de los recursos sanitarios, gasto farmacéutico, la valoración global de los ciudadanos, la lista de espera o la privatización sanitaria.
Al menos, estos son los parámetros que contempla el informe que realiza la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), que se publica anualmente desde hace más de diez años.
Los mejores servicios sanitarios
Según el informe publicado por esta entidad, las Comunidades Autónomas con mejores servicios sanitarios se concentran en el norte peninsular. Son Navarra (que ha obtenido 90 puntos de los 114 posibles y por segundo año consecutivo es la región en la que mejor se valoran sus servicios sanitarios), empatada con el País Vasco, Aragón (82) y Asturias (79).
Regulares, deficientes y suspendidas
Las comunidades cuyos servicios se han catalogado como “regulares” son Castilla y León (78), Castilla-La Mancha (77), Extremadura (77) y Galicia (76). Por debajo de ellas, con unos servicios más “deficientes” que pueden mejorar bastante se situarían La Rioja (69), Cantabria (65), Madrid (65), Baleares (63) y Murcia (61).
La región peor valorada es Canarias (49), seguida de la Comunidad Valenciana (59), Cataluña (60) y Andalucía (60). Las dos primeras vuelven a repetir un año más como las peor valoradas mientras que la última se encuentra por primera vez en la lista de “suspensos”.
Más recursos, mayor satisfacción
El portavoz de la FADSP, Marciano Sánchez Bayle, afirma que la diferencia entre regiones en el informe de este año son bastante más acusadas que otros años, evidenciando con ello la gran disparidad entre los servicios de unas y otras comunidades.
Y aunque en todas las CCAA han realizado recortes en materias sanitarias en años anteriores, en algunas estos recortes presupuestarios han sido menores que en otros servicios, de ahí que los servicios sanitarios de las regiones que destinan más dinero a la sanidad tengan más recursos, una mayor satisfacción de los pacientes y estén mejor valorados en el informe.
Así lo demuestran los presupuestos de Navarra y País Vasco, las primeras del ranking elaborado por la FADSP. El presupuesto sanitario per cápita en 2016 de cada una fue de 1.633 y 1.632 euros por habitante respectivamente. En el otro extremo, la comunidad de Andalucía sólo destina 1.106 euros por habitante a la sanidad. La diferencia es muy notoria.
Pero no sólo los presupuestos han sido la clave para que Navarra y País Vasco sean las comunidades con mejores servicios sanitarios. También tienen más especialistas por habitante: Navarra tiene 2’39 médicos por habitante mientras que País Vasco es la región con más enfermeros en atención especializada (4’42). Dos parámetros que la comunidad andaluza puede mejorar mucho (1’53 médicos y 2’67 enfermeros por habitante).
Lo mismo ocurre con el número de camas hospitalarias por habitante, en que Andalucía vuelve a estar a la cola (2’49 camas por cada mil habitantes). Cataluña, en cambio, posee casi el doble (4’66). El número de quirófanos también es significativo, pues mientras que Navarra posee 11’1 por cada 100.000 habitantes, Castilla-La Mancha sólo cuenta con 6’5.
La disparidad entre comunidades también se refleja en las listas de espera quirúrgica: mientras la demora media para una cirugía no urgente en País Vasco es de apenas 50 días, en Canarias tienen que esperar la friolera de 182 días (medio año).
Sánchez Bayle es crítico cuando afirma que estas diferencias no acabarán hasta que no haya una financiación finalista, ya que no se asegura que la totalidad de los presupuestos vayan directamente a la sanidad.
