Enrojecimiento de la piel, sequedad, picor, grietas… No todas las manifestaciones inflamatorias que surgen en la piel son alergias: algunas pueden ser una dermatitis. Tanto las reacciones alérgicas como la dermatitis pueden estar causadas por alimentos, medicamentos, contacto con sustancias químicas o con látex, incluso por el agua, aunque muchas veces cuesta hacer un diagnóstico preciso de una u otra (ya que se desconoce la causa) y dar con el tratamiento que precise. Pasamos a explicar algunos de los procesos que se manifiestan en la piel:
-Urticaria aguda: es de las más frecuentes. Se desarrollan habas o ronchas rojizas que pican mucho y que suelen durar menos de 24 horas donde aparecen. En ocasiones puede acompañarse de otros síntomas, como vómitos, náuseas y dificultad para respirar. En ese caso se trata de una anafilaxis, una reacción alérgica grave que requiere atención médica inmediata.
-Urticaria de curso crónico: también denominada urticaria crónica espontánea. En la mayoría de ocasiones, el origen no se debe a una alergia, sino a un trastorno autoinmune que hay que diagnosticar bien, ya que necesita de un tratamiento diferente a la urticaria aguda. También aparecen ronchas rojizas que pican y producen sensación de quemazón, pero duran mucho más: unas seis semanas, por lo que precisan un tratamiento más fuerte.
¿Qué pasa con la dermatitis?
La dermatitis, en cambio, es otro tipo de lesión cutánea caracterizada por la presencia de lesiones enrojecidas con cierta descamación y que permanecen fijas durante semanas o meses. Se distinguen varios tipos de dermatitis:
-Dermatitis irritativas: se producen tras el contacto con productos químicos como detergentes, lejía, amoniaco, productos de limpieza o corrosivos (azufre o cualquier veneno). Es el tipo más común de dermatitis y suele aliviarse manteniendo la piel hidratada con fórmulas específicas.
-Dermatitis atópica: suele presentarse en personas que tienen la piel seca o atópica, sensible. Es muy común en bebés y suele asociarse a antecedentes familiares de enfermedades como el asma o ciertas alergias, si bien esta enfermedad no estaría causada por alergias. Algunos de los síntomas que presenta son: piel seca; ampollas que supuran y forman costras; inflamación alrededor de las ampollas; zonas de piel gruesas o con apariencia de cuero.
-Dermatitis de contacto: se produce cuando la piel entra en contacto con una sustancia a la que es alérgico o a sustancias irritantes y aparece en la zona que entra en contacto con la piel aunque a veces puede extenderse. Los síntomas pueden aparecer repentinamente o meses después de la exposición. Suele presentarse, principalmente, en las manos. El síntoma más común es la comezón de la piel que algunas veces puede supurar y producir ardor o dolor. En otras ocasiones la piel se escama.
Este último tipo de dermatitis casi siempre suele durar toda la vida. En raras ocasiones llega a desaparecer evitando el contacto con la sustancia que causa la dermatitis y con cosméticos específicos. En caso de tener contacto con la sustancia se usarán cremas derivadas de la cortisona para reducir la inflamación y las lesiones durante algunos días, ya que su uso continuado puede dar lugar a atrofia en la piel.
En cualquier caso, lo mejor es acudir al médico de cabecera para que lo examine y prescriba el caso a un doctor más especializado (un alergólogo en este caso) quien realizará las pruebas de alergia pertinentes: unas primeras pruebas para comprobar si se es alérgico o no a alimentos, medicamentos, pólenes u otras sustancias. Tras esa primera prueba, una segunda tras un par de días. Si resultan negativas, seguramente sea dermatitis y el experto determinará de qué tipo es tras algunas preguntas y cuál es el tratamiento más adecuado.
